Comunicación con ocasión de la llegada del mes de Ramadán de 1432 (2011)

1/08/11

En el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso

Se ha transmitido del Profeta de Allah (PBd):

“El Paraíso tiene una entrada que se llama Al-Rayyan, que no atravesará más que quien haya observado el ayuno”

Las alabanzas sean para Allah Señor de los universos, y sus Bendicones sean sobre el Mensajero Muhammad, su familia purificada y sobre todos aquellos que se esfuerzan en seguir el Camino Recto. La maldición caiga sobre quienes los oprimen, pues son la raíz del árbol de la perversidad.

Ramadán Mubarak

Nuestro amado profeta Muhammad, la Paz y las Bendiciones de Allah sean sobre él y su descendencia purificada dijo:

"¡Oh pueblo! ha llegado el mes de Dios que conlleva bendición. Un mes que es considerado por Él como el mejor. Sus días y noches son los mejores así como sus horas. Un mes en el que somos invitados de Dios. Durante todo el tiempo de Ramadán, Dios realiza nuestras peticiones. En este mes ayuden a los pobres, respeten a los ancianos, sean amables con los niños y compórtense bien con el prójimo.

¡Oh pueblo! Toda persona que sea amable en este mes, gozará de la bendición divina en el día de la Resurrección. Entonces, pidan a Dios que les ayude para guardar el ayuno y leer el Sagrado Corán ya que no será dichoso quien se prive de las bendiciones divinas en este bienaventurado mes".

El mes sagrado de Ramadán es un mes para la reforma, la reflexión, la formación del alma, la fraternidad y el amor.

A quien que se le ha dado la oportunidad de estar presente en este mes una vez más, puede tomar esto como una señal de que Allah (SWT) le ha dado otra oportunidad para acercarse a Él y ganar Su paraíso a través de la adoración en este mes.

Es un mes que prepara al creyente para los restantes once meses, enseñándole disciplina, autocontrol, y cómo obtener taqwa.

Imam Ali (la Paz y las Bendiciones sean con él), en el conocido como discurso de Hamam, habló respecto a los atributos del taqwa describiendo las cualidades de las personas piadosas y temerosas de Allah (SWT):

“...De entre los seres humanos, son excelentes aquellos que son piadosos y temen a Dios. Poseen preeminencia y excelencia porque siempre dicen la verdad, de modo correcto y preciso; su forma de vida está basada en la moderación y su forma de tratar con los hombres está basada en la buena voluntad, sentimientos de camaradería y cortesía hacia ellos. Se rehúsan a hacer o tomar las cosas prohibidas por Dios. Concentran sus mentes en el conocimiento de cosas que les traigan gozo eterno. Soportan los sufrimientos y calamidades tan felizmente como los placeres y el bienestar.

Si Dios no hubiera fijado el término de vida que les corresponde a cada uno de ellos, sus almas, deseosas de alcanzar Su Paraíso y por miedo a caer en Su Desagrado, no habían permanecido mucho tiempo en sus cuerpos.

Han visualizado mentalmente la Gloria de Dios, de tal modo, que nada en este mundo los alarma, asusta o atemoriza por encima de Él. Todo lo que no sea Su Fuerza aparece ante ellos como insignificante y humilde. Creen en el Paraíso y sus Bendiciones como alguien que hubiese estado allí, y hubiera visto todo respecto al Paraíso con sus propios ojos. De modo similar, su fe en la existencia del Infierno, es tan fuerte como la de una persona que ha pasado por sus sufrimientos. Piensan que los tormentos del Infierno están a su alrededor y muy cerca de ellos.

Los hábitos de la gente del mundo los entristece. No hacen daño a nadie. No les engorda el excesivo comer o andan en pos de placeres. Sus deseos son limitados, sus anhelos pocos. Han aceptado pacientemente las adversidades y sufrimientos de esta vida mortal y transitoria, por la causa del gozo eterno que, por la gracia de Dios, se les ha revelado como una transacción muy provechosa. El mundo vicioso deseaba su camaradería, pero ellos apartaron sus rostros de él. Quería atraparles, pero ellos, voluntariamente, aceptaron todas las penalidades y problemas para librarse de sus garras.

Pasan sus noches estudiando cuidadosamente el Corán, porque lamentan sus propias debilidades y defectos e intentan encontrar la manera de que este Libro Sagrado mejore sus mentes. Cuando, estudiando el Corán, se encuentran con un pasaje que describe el Paraíso, se sienten muy atraídos hacia allí y desarrollan un deseo tan grande de alcanzarlo, que lo visualizan en sus mentes, con todas sus bendiciones, mientras que, un pasaje acerca del Infierno, los atemoriza y les hace sentir como si estuvieran viendo el furioso fuego y las quejas y lamentos de aquellos que están sufriendo las torturas del mismo.

Pasan sus noches rezando al Señor, pidiendo e implorándole que Les libre del Infierno. Los días les encuentran ocupados con trabajos que indican claramente su sabiduría, profundidad de conocimiento, virtud y piedad. El ayuno constante, la dieta simple, el evitar todo lujo y el duro trabajo habitual, les hace parecer delgados y ojerosos, pero tienen una salud muy buena y robusta. Cuando la gente les oye discutir los diferentes problemas de la vida a menudo los toman por caprichosos, fanáticos, e incluso un poco tontos. Pero no es así. Parecen confundidos e infelices porque no están satisfechos con la cantidad y calidad del trabajo que han hecho por la causa de la Religión y la humanidad. Cuanto más trabajan, menos satisfechos se sienten. Habiéndose marcado una elevada pauta de actividad en su trabajo, temen que las dolencias puedan imposibilitarles alcanzar tales alturas.

Si alguno de ellos es alabado por su piedad, virtud y por las buenas acciones que ha realizado, no le gusta que le elogien de ese modo; teme que tal alabanza pueda atraerle hacia la vanidad, la adulación y la vanagloria. Dice: Conozco y mi trabajo más que otros, y Dios los conoce mucho mejor que yo. ¡Oh Señor!, no me hagas responsable de lo que han dicho acerca de mí. Sabes muy bien que yo no estimulé sus alabanzas. Por favor, Señor, concédeme mucha mayor excelencia que aquello por lo que me elogiaron. Y Señor, por favor, perdona aquellos de mis pecados y defectos que ellos no conocen....

Estamos muy agradecidos por la maravillosa oportunidad que Allah (SWT) nos ha dado una vez más este año.

Al mirar a nuestro alrededor, no podemos dejar de darnos cuenta que algunos de nuestros hermanos que estuvieron presentes el Ramadán pasado ya no están con nosotros. Vamos a recordarlos en nuestras oraciones, y realizando buenas obras durante este mes sagrado.

De la misma manera, vamos a parar y reflexionar por un segundo. Nadie sabe cuánto durará su propia vida, ni si va a ser capaz de tomar parte en las tan esperadas noches de Laylatul-Qadr, o incluso si tomará parte de las celebraciones del ‘Id-ul-Fitr. Por lo tanto, cosechar las oportunidades diarias que surgen en nuestro camino durante el mes de Ramadán es una buena elección.

Nuestro segundo Imam, Imam Hasan (la Paz y las Bendiciones sean con él) lo resume muy bien:

"La oportunidad es algo que se apresura en desaparecer y tarda en volver".

Que Allah (SWT) nos ayude a todos en nuestro esfuerzo para obtener el máximo beneficio en este mes. Que nuestras buenas obras y duas sean aceptados y perdonados nuestros pecados.

No nos olvidemos de los que sufren por hambre, o bajo regímenes tiránicos y opresivos, ni de todos nuestros hermanos y hermanas que necesitan de nuestras oraciones.

Alabado sea Allah al principio y al final.

1 de agosto de 2011 - 30 de sha’ban de 1432

El Consejo Rector.